Si tienes contracturas o dolor muscular… te sorprenderá saber que el calor húmedo te aporta más beneficios que el calor seco.
Es un tipo de terapia que consiste en colocar una compresa que se encuentra sumergida en agua caliente a una temperatura entre 65 a 75 grados centígrados.
Las Compresas son un envoltorio de tela y se encuentra rellenos de Bentonita u otra combinación de barro. La forma de colocación es una vez sacada del tanque de compresas esta se envuelve en una capa de toallas y se coloca en la zona a tratar.
Los beneficios que trae este tipo de terapia son mejora y aumento de la circulación sanguínea, relaja la musculatura, suaviza la tensión de tendones y ligamentos y muy importante, produce sensación de bienestar y relajación.
A diferencia del calor seco; producido por lámparas de infrarrojo, compresas de gel o saquitos de semillas o arena que se calientan en el microondas; el calor húmero produce un aumento de la permeabilidad de la piel y disminuye la sensibilidad de las terminaciones nerviosas lo que la deja preparada para trabajar por el Fisioterapeuta que va a hacer la terapia